Un estudio identifica las causas y consecuencias de la venta informal de medicamentos en Maputo

La venta de medicamentos en los mercados informales representa un grave riesgo para la salud pública. Sin embargo, estos mercados son el primer punto de contacto sanitario para una gran parte de la población.

La falta de medicamentos en los centros de salud, el tiempo de espera de largas colas en las farmacias y la falta de tiempo para acudir a una cita, fueron las principales razones para justificar la compra de medicamentos en el mercado informal

El acceso a medicamentos seguros y asequibles es un aspecto clave para que las personas tengan el mayor grado de salud posible. Sin embargo, los datos de la OMS estiman que en el mundo más del 50% de los medicamentos se recetan, dispensan o venden de manera inapropiada, la mitad de todos los pacientes que acceden a los medicamentos los toman incorrectamente y un tercio de la población mundial no tiene acceso a medicamentos esenciales (OMS 2002). La falta de disponibilidad de medicamentos en los países en desarrollo, incluido Mozambique, se debe a diferentes factores como debilidad en la cadena de distribución, red de infraestructura deficiente y recursos humanos insuficientes, además de la financiación deficitaria del sector de salud. Todo esto contribuye a alimentar la corrupción y el negocio paralelo de medicamentos Diversos estudios realizados en Mozambique (CIP, Newsletter 15, 2012) estiman que alrededor del 40% de los medicamentos son desviados hacia el mercado informal. De acuerdo a los resultados de las inspecciones realizadas en los Depósitos de Medicamentos y en las Unidades de Salud, entre 2011 y 2014 el Estado perdió más de 87.267.420 meticales (Ministerio de Salud, 2016).

La venta de medicamentos en los mercados informales plantea un grave riesgo para la salud pública. Para comprender mejor sus causas y consecuencias, medicusmundi realizó una investigación en la ciudad de Maputo, con el apoyo del Ayuntamiento de Barcelona. Para el estudio se realizaron encuestas en mercados informales (a vendedores y a usuarios) y entrevistas semiestructuradas con profesionales de la salud (gerentes y personal sanitario y farmacéutico), autoridades locales y otros actores clave del sector.

La falta de medicamentos en los centros de salud, el tiempo de espera en largas colas en las farmacias y la falta de tiempo para que pacientes y usuarios acudan a una consulta, fueron las principales razones para justificar la compra de medicamentos en el mercado informal, dónde no hay escasez de suministro. El hecho de que el medicamento se comercialice por unidad (no por caja o blíster), la vergüenza con algunas patologías de acudir a la unidad de salud y algunas situaciones de extrema urgencia en la compra de los medicamentos fueron otros de los motivos citados por las personas encuestadas.

El estudio reveló que los fármacos más buscados en el mercado informal son los analgésicos (49,2%), los antibióticos (20,4%) y los jarabes para la tos (18,3%). También destacan los medicamentos antiparasitarios, antihipertensivos, antidiabéticos, antihistamínicos, antipalúdicos, antirretrovirales y tuberculostáticos.

La evidencia muestra que los vendedores informales de medicamentos son a menudo el primer punto de contacto para la atención sanitaria para una gran parte de la población (Lowe y Montagu, 2009). De hecho, aproximadamente el 54% de los usuarios entrevistados por medicusmundi admitieron haber comprado los medicamentos sin receta. Sin embargo, el estudio también informa que el 82,1% de los vendedores (en su mayoría hombres) no tiene ninguna formación en el campo de la farmacia o la sanidad. Se sabe que el uso inadecuado e irracional de los medicamentos tiene graves consecuencias como reacciones adversas, resistencias o incluso la muerte.

Continuando con el estudio, los principales proveedores del sector informal son el personal de salud, las farmacias públicas y privadas y los importadores de medicamentos. Los proveedores encuestados por medicusmundi también informaron que alrededor del 42,9% de los medicamentos vendidos en estos mercados provienen de Sudáfrica y el 25% provienen del Sistema Nacional de Salud.

La venta ambulante representa la forma más habitual de venta informal de medicamentos. Los vendedores transportan los medicamentos en una mochila en las zonas de mercado de manera itinerante y en algunos casos se solicitan mediante llamada telefónica. La mayoría de ellos no tienen un lugar fijo de venta de medicamentos, lo que dificulta que los inspectores de mercados los controlen. No existen buenas condiciones de conservación y almacenamiento de los productos, y la manipulación de medicamentos se realiza sin respetar las recomendaciones. Como actividad que beneficia a ambas partes (comprador y vendedor) no es frecuente que los compradores presenten quejas.

El estudio también permitió conocer el perfil del usuario, identificando más mujeres que hombres como compradoras de medicamentos en el mercado informal y que, contrariamente a lo esperado, las personas con mayor nivel de escolaridad (a partir de educación secundaria) representan una alta proporción de consumidores. También es notoria la relación entre los bajos recursos económicos (ingresos mensuales inferiores a 5.000 meticales) y la compra de medicamentos en los mercados informales, aunque muchos de ellos estén accesibles en las farmacias públicas. Se cree que estas personas no disponen de tiempo para acudir al centro de salud y esperar las colas para obtener la receta y después comprar los medicamentos, optando por la compra en los mercados informales.

El informe con los resultados completos de esta investigación puede consultarse aquí

Publicado en 24/08/2020